miércoles, 9 de diciembre de 2009

El Mejor Concierto De Mi Vida: Muse (2ª Parte)

Los telones que cubren las tres torres de venticinco metros comienzan a iluminarse como si se tratase de unas ventanas de edificios iluminadas. Empieza a escucharse la intro, "We Are The Universe", con un sonido tecno que hace que mi respiración se acelere. En los telones pueden verse varios entramados de escaleras por los que unas siluetas humanas suben y bajan incesantemente. Al cabo de un rato las siluetas se detienen, y aquellas que estaban en lo más alto, comienzan a caer lentamente hacia el suelo, a la vez que la intro va disminuyendo; las tres torres se oscurecen, un escalofrío recorre todo mi cuerpo.

Se escuchan unas baquetas, es Dom marcando el ritmo; al cuarto golpeteo caen los telones y comienza "Uprising". Iluminaciones en rojo y negro, con la cara de cada uno de los integrantes en lo alto de sus columnas correspondientes: Matt, a la izquierda; en el centro, Dom; y Chris, a la derecha. Cabe destacar, sobre todo, el aspecto de Matt, enfundado en una chaqueta de cuero un tanto aero-espacial (y, bueno, también con pantalones de cuero), unas gafas con luces azules (si, esas de las que se llevan en las discotecas) y un cd atado al micrófono, que con el reflejo de una iluminación de tono verde lo usaba a modo de láser, el cual estuvo apuntandome a la cara la mayor parte de la canción. Buena forma de empezar el concierto, todo el mundo vibraba, saltaba y cantaba al son de la canción; en los momentos del estribillo, este podía leerse en la columna central, la de Dominic. Y en los coros (So come on!), todos daban lo más que tenían de sí mismos.

Ahora viene "Resistance", la segunda mejor canción de su último y homónimo disco, "The Resistance". Habría que destacar la notoria importancia de la batería en esta canción, sobre todo al inicio. Ante todo, me encantó la melodiosa voz del Señor Bellamy y los coros del Señor Wolstenholme (It could be wrong, could be wrong! This is outta control!). Una vez más, sorprendente la puesta en escena, con imagenes de cadenas de ADN y cuerpos masculinos y femeninos en tres dimensiones.

Es el momento de rememorar un tema clásico, como es "New Born", lástima que Matthew no tocase el piano en esta ocasión; pero en su lugar, Morgan Nicholls (teclista de apoyo, y que también estuvo en Gorillaz) se ocupó de tal tarea. Fue en esta canción cuando las plataformas de las tres columnas descendieron por primera vez, haciendo que Matthew James Bellamy, Dominic James Howard y Christopher Tony Wolstenholme tomasen un contacto más cercano con el público. Fueron increibles los riffs y solos que llegó a marcarse Matt en esta canción, al igual que hizo un fantástico uso de su técnica de falsete.

Cuarta canción, "Map Of The Problematique", la mejor del "Black Holes & Revelations" (su cuarto disco de estudio). Formidable la aportación de Dom a la batería, y del falsete nuevamente a cargo de Matt (I can't get it right...When will this loneliness be over). En este momento aproveché para llamar a Juanjo y que así pudiese escucharla.

Llega el turno de "Supermassive Black Hole", pese a la mala crítica de algunas personas por haberse convertido en el himno de la saga "Crepúsculo" (y sus incondicionales cre-por-culeras; chicas, no me lo tengáis en cuenta), sinceramente, la considero una canción bastante buena y bailable, digna de mantenerse en el setlist de este gran trío musical; sobre todo por ser una canción en la que Matt mantiene en todo momento un tono agudo imposible de superar (You set my soul alight), Chris vuelve a lucirse en los coros (Glaciers melting in the dead of night...) y Dom marca un ritmo muy pegadizo. Al igual que hice con Juanjo, en este caso decidí llamar a una de mis amigas cre-por-culeras, Estela (y te lo digo desde el cariño, pero te lo digo).

Le toca el momento a "MK Ultra", por mi parte, una de las más esperadas, tenía bastantes ganas de escucharla y verla en directo, puesto que había sido añadida muy recientemente a su setlist (quitando en su lugar "Unintended", canción que se me hacía ya bastante repetitiva, pero despareciendo con esta toda presencia de "Showbiz" en sus directos, salvo en Torino, Italia, donde incorporaron "Sunburn", un temazo). Una canción rompedora, demoledora, y lo que la hace digna de encontrarse en mi Top 3 personal de "The Resistance".

Empieza "Interlude", y eso solo podía significar una cosa: volver a sacar el movil y llamar nuevamente a Estela, era "Hysteria", y haciendo honor a su nombre, esa fué la sensación que invadió todo mi cuerpo, y al resto de espectadores. En esta ocasión, el mayor protagonismo consiguió llevarselo Chris y su frenético bajo.

Era el momento de relajarse, de tomarse un respiro (y no con un Kit-kat precisamente), y para ello, que mejor que una pieza unicamente instrumental como "Nishe"; en esta ocasión, no es la banda la que toma el protagonismo, sino las caras de aquellas personas que mandaron sus fotos (tamaño carnet) al correo de la web oficial de Muse, y que podían verse en las tres columnas, las cuales volvían a elevarse para la próxima canción.

Suena un piano, que esta vez si que lo usa Matt; un Kawai negro, y con este las primeras notas de "United States Of Eurasia"; magníficos los efectos visuales que la acompañaban, y preciosa la voz de Matt Bellamy, lástima que no se hubiese integrado "Collateral Damage" para haber cerrado perfectamente la canción.

Con Matt aún al frente del Kawai, empieza a sonar otro de sus temas habituales, "Feeling Good", maravillosa; no había persona que no la cantase. Mítico fue el momento en el que Matt empezó a cantar con el megáfono; todo acompañado de tonos rosas que los efectos luminosos conseguían, como si petalos cayesen de las columnas.

Es hora de volver a promocionar su último trabajo, en este caso, la elegida y afortunada es "Guiding Light", una canción romántica y que, a pesar de ser algo sosa (especialmente la batería), le da un tono épico que la hace fantástica y hermosa.

Vuelven a tocar un tema puramente instrumental, "Helsinki Jam", en el que la ausencia de Mr. Bellamy se suple perfectamente con la magistral aportación de un bajo muy heavy (Chris) y una batería demasiado frenética (Dom).

Se oscurece un poco más el ambiente, y puede escucharse el Keytar de Matt, está claro que ahora le toca el turno a "Undisclosed Desires", una de las canciones que menos me gustan (pero que decidieron tomar como segundo single), poco puedo decir de esta, salvo que la canté al igual que el resto de canciones (para algo me gasté el dinero en semejante espectáculo).

La siguiente es "Starlight", es el momento de que sea el público nuevamente quien vuelva a asumir el rol principal marcando el ritmo con las palmas (una palma - pausa - dos palmas - pausa - una palma - pausa - tres palmas) junto a la batería; también cabe destacar la armoniosa voz de M.Bellamy junto con su guitarra (una Manson negra).

Es hora de volver a los clásicos, al clásico de Muse por antonomasia, "Plug In Baby". Esta fue una de las canciones en las que verdaderamente temía por mi integridad física. Todo, absolutamente TODO el Palacio saltó y gritó al son de este temazo; algunos (la gran mayoría) por iniciativa propia, otros por inercia, y otros por el "efecto marea". También debo mencionar que fue memorable el momento en que lanzaron los enormes globos blancos, lo cual me hizo sentir como si estuviese en el "Hullabaloo".

Suena el riff "Burning Crusades", al que Bellamy añadió un cierto toque español, lo cual la gente agradeció con unos sonoros "Ole!".

Seguimos con los clásicos, y este es muy especial para mí, pues fue la primera canción que escuché de Muse, "Time Is Running Out". Y pese a que llevaba horas sin beber, totalmente deshidratado, con la lengua pastosa y sin ninguna triste botella de agua a mano, pese a todo ello, nada ni nadie iba a impedirme que pudiese cantar esta canción de "pe" a "pa". Ota ocasión para que Chris se hiciese notar con el bajo.

Le toca el turno a "Unnatural Selection", bajo mi criterio, la mejor canción de "The Resistance". Impresionante, magnífica, preciosa, fantástica...todo adjetivo se queda corto para calificarla. Escalofriante el comienzo de órgano seguido del fragil tono de Matt, al que le acompaña un aceleradísimo ritmo de batería y un bajo bastante contundente. Una canción larga y con sus altibajos musicales, lo que me recuerda a "Citizen Erased". Tras finalizar esta, se produce un breve descanso para dar paso a los bises.

Las plataformas se elevan una vez más y Muse vuelve a la carega, y esta vez con "Exogenesis Symphony Part I: Overture"; espeluznante y a la vez emotivo el falsete del que hace gala Matt Bellamy. Y casi al final de la pieza sinfónica, puede notarse una mayor presencia de Dominic a la batería.

Poco a poco el espectáculo va llegando a su fín, es ahora cuando pienso que todo esto es real. Suenan los primeros acordes de un riff estruendoso, y es aquí cuando creo que me encuentro ante una verdadera prueba de fé, empieza "Stockholm Syndrome"; un ritmo de batería que después de haberlo visto y escuchado en directo, aún sigo sin saber como describirlo. Si en "Plug In Baby" todo el Palacio saltó, en esta ocasión no iba a ser menos, gracias a Dios, a mediados de la canción los brincos cesaron, cogí el movil nuevamente, pero debido a problemas técnicos no pude conseguir el número del movil de una amiga musera (Lula, espero que hallas llegado hasta aquí en tu lectura...ánimo, que ya te falta poco), y pensé: aprovecho para llamar a Norrin, que no pude en "Plug In Baby"; y eso hice.

Y acabamos con "A Man With An Harmonica", una pieza instrumental donde absolutamente todo, todo el protagonismo recayó sobre Chris Wolstenholme al mando de, efectivamente, una armónica; que con un sonido trise y siniestro (tal fue que consiguío erizarme el vello) dió paso a "Knights Of Cydonia". Si ya, tras haber visto el "H.A.A.R.P." decenas de veces, pensaba que esta canción en directo debía ser asombrosa, esa noche pude verificarlo por completo: sí, LO ES. Emocionante el riff inicial, todo el mundo coreando al son del "ra-ra-ra" y del "No one's gonna take me alive!"; y asombroso el apartado visual que aportaban las tres colosales torres, que hacían como si se resquebrajasen las pantallas. Y ese solo final, junto con el humo q salía del suelo tras escucharse este, colocaban con broche de oro al que puedo considerar como "El Mejor Concierto De Mi Vida".

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